¿Sabías
que el origen de los lápices se remonta a una tormenta en el siglo XVI?
Rosa
Menéndez y Clara Blanco* en http://bit.ly/1wOILnW
Para
crear la barra de pigmento se usa grafito mezclado, generalmente, con arcilla.
Para crear la barra de pigmento se usa grafito mezclado con otros materiales,
generalmente, con arcilla.
En
1564 una fuerte tormenta derribó unos árboles cerca del poblado de Borrowdale
en Inglaterra y dejó al descubierto una sustancia negra, de aspecto mineral,
desconocida hasta aquel momento. Era una veta de grafito natural o plombagina:
‘plomo negro’, como se le denominó entonces por tener el mismo color gris
oscuro que el plomo. Los pastores de los alrededores comenzaron a usar trozos
de este material para marcar a sus ovejas, al tiempo que otros habitantes con
visión comercial empezaron a partirlo en forma de bastoncillos que luego
vendían en Londres bajo el nombre de ‘piedras de marcar’. Estos bastoncillos
presentaban dos grandes inconvenientes: se rompían con facilidad y manchaban
mucho (las manos y todo lo que tocaran). Al principio, el problema de la
suciedad se resolvió enrollando un cordón a lo largo del bastoncillo de grafito,
para ir quitándolo a medida que se gastaba. Después comenzaron a usarse trozos
de madera con una oquedad en la que se insertaba la barra de grafito, dando
comienzo así al germen de lo que más tarde sería el lápiz.
A
mediados del siglo XVIII, el grafito (esferoidal) se usaba también para la
fundición de cañones, por lo que se convirtió en un mineral estratégico, de
manera que robar un trozo podía llegar a castigarse incluso con la pena de
muerte. La escasez de grafito en Europa obligó a buscar soluciones alternativas
a la fabricación de lápices. En 1760, Kaspar Faber, artesano de Baviera, mezcló
el grafito con polvo de azufre, antimonio y resinas hasta obtener una masa que,
moldeada en forma de una vara delgada y tras ser horneada, resultaba más firme
que el grafito puro. Con el tiempo, se fue mejorando la calidad de estas barras
de grafito al incorporarles otras sustancias tales como la arcilla.
Cuanto
más grafito se utilice en su elaboración, más blando y oscuro es el trazo del
lápiz.
Fue
Nicolás Jacques Conté, químico, ingeniero, militar y pintor francés quien por
encargo de Napoleón Bonaparte, en 1795 añadió por primera vez arcilla al
grafito: con las cantidades adecuadas se podía modificar el grado de dureza de
las minas. Cuanto más grafito se utilizaba más blando y oscuro era el trazo del
lápiz.
La
invención del lápiz también se atribuye a Josef Hardtmuth, un arquitecto
austriaco que sumergía la mezcla de arcilla y polvo de grafito, una vez cocida,
en un baño de cera. En 1792, Hardtmuth fundó su propia empresa en Viena. En
1812, William Monroe, un ebanista de Concord (Massachusetts), fabricó una
máquina para producir tablillas semicilíndricas de madera de cedro de 16-18 cm
de longitud, con una estría central, pegando las dos partes a una mina hecha
con una mezcla de grafito y arcilla. Así fue como nació el lápiz tal y como lo
conocemos en la actualidad.
*
Rosa Menéndez y Clara Blanco son investigadoras en el Instituto Nacional del
Carbón del CSIC. Este texto está extraído del prólogo de El grafeno (CSIC-Catarata),
donde hacen un repaso por lo que se sabe hasta el momento de este sorprendente
material.
ALVARO LÓPEZ COSSIO
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